Lo imposible: cómo dormir en un avión (razonablemente bien)

Luz, ruido y temperatura son fundamentales, pero también tu asiento

Lorena G. Díaz

Siempre he admirado a aquellas personas que, con el avión rodando en pista aún sin despegar, ya descuelgan su cabeza hacia un lado y duermen profundamente. En realidad, más que admirarlas, las envidio. Con una media de 70 vuelos por año, dormir en un avión ha pasado de ser una utopía a convertirse en una necesidad pero, con asientos cada vez más menguantes y otras 200 personas compartiendo espacio vital, no resulta una tarea fácil salvo para un puñado de privilegiados cuyo descanso comienza antes de que el avión levante el morro de la pista. Maldita sea.

LA ELECCIÓN DEL ASIENTO

Con unas aerolíneas cada vez más resabiadas y queriendo arañar hasta el último euro, el lujo ahora no está en las vajillas de porcelana china o en la oferta de champán a bordo, el lujo aquí es un asiento reclinable 180º que se convierta en cama. Los pasajeros de clase business persiguen (y pagan) el valor de la experiencia, y en un vuelo de 13 horas atravesando unos cuantos husos horarios, poder dormir lo es todo.

Cama doble en Singapore Airlines

De ahí que como parte de este concepto, la mayoría de aerolíneas dediquen especial mimo a sus pasajeros de clase ejecutiva diseñando camas lo más reales posibles que hasta visten con sábanas y edredón, para garantizar un descanso óptimo del pasajero a 35.000 pies del suelo. Es el caso de la aerolínea Singapore Airlines, que hasta ha diseñado unas suites con puerta corredera para total privacidad cuyo interior se convierte en cama doble ¡y con persianas!

Dicho esto, es evidente que el reto aquí no lo tiene el pasajero business, sino el de la clase turista. Con un espacio en cabina cada vez más optimizado por las aerolíneas, los asientos de la clase Economy se reclinan cada vez menos y su silueta adelgaza cada vez más. De ahí que muchas aerolíneas estén ofreciendo, de pago por supuestoasientos con espacio adicional añadido dentro de la cabina económica, que generalmente suelen situados en la parte delantera y en las salidas de emergencia (cuidado, en este caso pueden tener más espacio, pero también son más ruidosos y suele hacer más frío).

El reto está en cómo dormir bien en la clase turista

Una vez que tenemos más espacio, o no, lo importante es que sea un asiento tranquilo. En vuelos de largo radio, en aviones grandes, suele haber dos áreas para instalar las cunas de bebé, una al comienzo de la clase turista, y otra sobre las alas, así que para tratar de encontrar más tranquilidad, lo mejor es evitar ambas áreas. También hay que tener especial cuidado con la ubicación de los baños, ya que la gente suele agolparse haciendo cola en el espacio donde se encuentran, en la mitad y la parte trasera.

Sobre si ventana o pasillo, es un factor que depende del gusto del consumidor, ya que en uno podrás estirar mejor las piernas (cuidado con el carrito de la comida) y en otro apoyar la cabeza junto a la pared del avión. En caso de turbulenciasla parte de atrás del avión se mueve más que la de adelante, un factor también a tener en cuenta para aquellos pasajeros con sueño ligero.

Resulta curioso que las empresas aeronáuticas nunca cesen en el estudio de la tecnología de asientos para que el pasajero viaje lo más cómodo posible. Aún así, y a pesar de sus esfuerzos, la realidad es el que el viajero de clase turista sufre los estragos de la optimización de recursos de un sector en permanente crisis mientras que el de business recibe masajes en la zona lumbar mientras entra en fase REM.

LUZ Y RUIDO

A pesar de que el asiento es lo más importante para garantizar un buen descanso, el ambiente de cabina debe acompañar al pasajero, ya que da igual que vayamos tumbados si a nuestro alrededor el ruido es infernal y la luz se filtra por cada rendija. Afortunadamente, algo que democratiza a todos los pasajeros al volar es la tecnología cada vez más avanzada de los nuevos modelos de aviones del mercado, modernos, silenciosos y eficientes.

Interior de A350-900

Es el caso del Airbus A350, uno de los aviones más modernos del mercado y también de los más silenciosos, ya que sus pasajeros apenas vuelan con 57 decibelios en cabina (en despegue y aterrizaje hay más ruido). Pero hay más factores fundamentales para el descanso, ya que su sistema de ventilación con filtros de ozono renueva el aire cada dos o tres minutos y mejora el nivel de humedad de la cabina (adiós virus, adiós).

Además, las ventanas son panorámicas y la iluminación está basada en luces LED y varía en función de las fases del vuelo (mood lighting) lo que, según los expertos, ayuda a combatir el jet lag. Lo mismo, o muy parecido, sucede con el Dreamliner 787, la última ‘criatura’ de Boeing que también surca los cielos en los vuelos de largo radio. Al igual que con el A350, las prestaciones del B787 también favorecen el confort del pasajero a bordo de un avión que disminuye las vibracioneslos ruidos o los efectos de la sequedad del ambiente.

DRESS CODE: LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALMOHADA

La primera vez que vi a alguien entrar vestido normal al baño del avión y salir con un pijama pensé que no podía ser verdad lo que estaba pasando, la segunda, pensé que era la persona más sabia del avión. Para poder dormir cómodamente es necesario volar cómodamente, así que mejor dejar dentro de la maleta los tacones y la ropa estrecha.

Otra medida importante a tener en cuenta son las medias de compresión, no importa la edad o la condición física, ya que ayudan a prevenir la trombosis venosa profunda que ocurre cuando el flujo sanguíneo está restringido.

Llevar pijama para los vuelos largos es de 'pros'

El complemento ideal para dormir en el avión no es un bolso, sino una almohada. Viajar con una almohada a cuestas puede parecer el gesto más snob del mundo, pero también es uno de los más eficaces para conciliar el sueño a bordo de un avión. Más allá de esos tradicionales reposacabezas, una almohada versátil (tipo Tempur) a la que estemos habituados en firmeza, y que sea tamaño de viaje, puede ser una excelente opción. O la Ostrich Pillow si además de un buen descanso lo que queremos es, primero, no pasar desapercibidos, y segundo, evitar la temida conversación con el viajero de al lado.

LAS MEJORES POSTURAS PARA DORMIR EN UN AVIÓN

Transport Vehicle Upright Sleep Support System” . Si esta patente otorgada a Boeing sigue su curso, podrían resolverse muchos de los problemas asociados con dormir en aviones. El sistema, que parece una mochila, consta de un artilugio bastante difícil de definir que está sujeto a la parte posterior del asiento del avión, lo que permite a los pasajeros inclinarse hacia adelante y descansar cabeza, cara y el pecho sobre él durante unas horas de sueño. Pero hasta que este invento llegue, si es que llega, tenemos que conformarnos con adoptar algunas de las mejores posturas para dormir en un avión, y estas son algunas de ellas:

1. Recostado contra la pared: esta es, además del hecho de poder disfrutar el paisaje, la razón más importantes por la que los viajeros escogen ventanilla en vez de pasillo, para poder reposar la cabeza, mejor con la ayuda de la almohada, en la pared del avión y garantizar así una postura razonablemente cómoda para unas horas de sueño.

2. Cabeza hacia arriba: gracias a que hoy en día los reposacabezas de las aerolíneas pueden modificarse casi completamente, una buena idea es ajustarlos al cuello y que este, y nuestra nuca, permanezca completamente pegado al asiento, como si mirásemos al techo del avión. Se trata de una de las posturas más saludables para nuestra espalda, ya que esta permanece totalmente erguida.

Encontrar la postura adecuada es difícil pero no imposible

3. Apoyado en el asiento delantero: cuando el cansancio apremia y cuesta encontrar postura, prueba a reposar la frente en el asiento delantero, con o sin almohada, para encontrar un punto de apoyo y evitar que el cuello ‘baile’. Los viajeros más flexibles también pueden probar esta postura sobre la bandeja, aunque la curvatura de la espalda puede ser exagerada y provocar dolor. Si optas por esta postura, coloca unos libros o algo de volumen para evitar doblar la espalda tan exageradamente.

4. Piernas arriba: el asiento delantero no solo sirve para apoyar la cabeza, también las rodillas. Para lograr esta postura, hay que sentarse más al borde del asiento y elevar las rodillas hasta encontrar un punto de apoyo delante. Cuanto más largas sean tus piernas, más arriba será el punto de apoyo. Cuidado con flexionar excesivamente la zona lumbar. Ahora, relaja la cabeza hacia atrás.

5. Tumbado totalmente: muchas veces los vuelos no van complemente llenos y en las filas traseras suele haber asientos consecutivos libres. Pregunta a los auxiliares si puedes cambiar de asiento. Si encuentras una fila de tres libre será lo más parecido a que te toque la lotería, ya que podrás disfrutar de un plácido descanso completamente tumbado. Aunque recuerda, en todas las posturas el cinturón de seguridad debe permanecer abrochado y visible, solo así evitarás que te despierten en caso de turbulencias.

Felices sueños.

Origen:traveler.es

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